martes, 28 de septiembre de 2010

Blonde Redhead - La mia vita violenta (1995)

Tenía que escuchar este disco. Tiene la palabra "violenta" en él. Creo que desde que lo oí supe que se iba a convertir en un disco estandarte. De esos a los que echas mano cuando estás enojado con todo. Qué bueno que la música sirve para eso también. En la música puedes matar a quien quieras impunemente, ser un vengador de todos los daños y arrebatos del mundo, quejarte, joder, desquitarte, en fin. Todo ello con rabia, placer, hasta algo de maldad.

Pienso en lo que quisiera decir o hacer y pienso en lo mucho mejor que estoy aquí escuchando a Blonde Redhead. No es un disco para todos los días. No es de los que podrías usar para cantar con él (al menos no siempre). Es triste. Es, como su nombre dice, violento, muy violento. Desgarrador.

No creo que se trate de música para pasar el rato. Cuando uno siente algo, algo poderoso, lo transforma inevitablemente en un lenguaje. En este caso, es un disco que intensifica todo, lo amplifica, lo canaliza hasta su máximo punto de ebullición. O quizás no. Quizás para algunas personas, sobre todo como yo, esa es la mejor forma de pasar la página.

En mí queda la sensación de lo inconcluso. De las cosas que no sabes por qué se te escapan de las manos, que las tenías justo ahí. De querer hacer todo en un arrebato furioso, sin pensar en las consecuencias. Pero eso, probablemente, es una fórmula para una vida completa dedicada a la violencia. Convertir el deseo en dolor y el dolor en rabia. ¿Puede uno ser mucho más que eso?

¡Basta de pensar! Más volumen, más rabia, más desasosiego. Don't know why, don't know why, grita Amadeo Pace. La verdad, yo tampoco. Pero sí sé que algunos días esa es justamente la mejor respuesta.

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