miércoles, 22 de septiembre de 2010

Julian Lynch - Mare (2010)


Un disco raro para un día raro. Así terminan las cosas, con sonidos psicodélicos que me recuerdan la evasión de un mundo demasiado duro. Conversaciones sobre lo de adentro y la incapacidad de proyectarlo todo en el día a día. Alguien que me dijo hace poco que esa cotidianidad es lo más difícil de sortear. Los cambios.

Me gusta este disco. Tiene esa capacidad de tensión que se acumula en días como hoy. Pero no es un disco brillante: falta esa chispa que hace explotar todo para que la música se meta por todos los sentidos. Igual que esa tensión se vuelve una especie de satisfacción medida. Hace falta el paso más allá para que se convierta en emoción real, viva, de esa que se lleva en la piel.

Sin embargo, lo raro tiene siempre su lugar y sus días. Hoy fue un día perfecto para eso y no necesito hacer más que descansar sobre las cuerdas de la música y dormir un sueño de alucinaciones y deseos imposibles.

Ah, y la carátula es de la puta madre.

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