jueves, 23 de septiembre de 2010

Alcest - Écailles de lune (2010)


No sé por qué le doy oportunidades a estos híbridos raros. El metal definitivamente no es lo mío. Pero esta vez no puedo decir que me arrepiento. Como todo disco confinado a la acción de una atmósfera, este gana por momentos. Crear una atmósfera y mantenerla es bastante difícil. Hacerlo con una fusión de géneros es, quizás, doblemente difícil, porque implica que el oyente pueda mantener su concentración aun en los momentos en que se incursiona en sonidos nuevos para él. Bien, en ese sentido, no es un disco muy fino. Es decir, lo que debería sonar a una amalgama, se convierte más bien en un álbum de recortes, donde cada género mantiene su independencia sobre el conjunto. Eso es algo que deberíamos prever: una carátula que parece dibujada por la versión oscura de Rebecca Guay debería ya decirnos bastante.

Por otro lado, creo que es un disco de los que necesitan al espectador de tal o cual humor. Si yo digo 'día de mierda' y los Alcest gritan como locos de la rabia o luego se abandonan a su depresión absoluta en "Sur L'Océan Couleur de Fer", no me queda más que agradecerle a un disco que, por otro lado, puede decaer en el olvido cuando las cosas no estén tan revueltas como para no saber cómo recortar y quererlo todo a un solo tiempo.

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