domingo, 26 de septiembre de 2010

Bailter Space - Robot World (1993)


Así que shoegaze neozelandés... En primer lugar, no es un disco puramente shoegaze. Hay canciones que parecen más bien sacadas de un demo de Sonic Youth en los 80's. Por otro lado, es verdad que ninguna de las canciones destaca a la manera en que deberían hacer los grandes temas del género. Pero hay algo contundente y vital acerca de este disco, algo primariamente artificial, pero a la vez orgánico, desesperado y claustrofóbico, como un intento de salvación en un mundo que ya es demasiado grande como para que la esperanza sea suficiente.

La música que se hace para la desesperación pocas veces logra tal capacidad de vuelo, porque debería estar destinada a la resignación, al oído interno, a la criatura introvertida que se ha dejado apabullar. Pero en Robot World todo gira en torno a la capacidad de expresar, aunque solo sea para contradecir. Las canciones no ganarán por originalidad, pero sí por precisión, por una fantástica capacidad de ganarse al oyente a punta de ambientes y texturas que encierran suficiente tiempo como para obligarnos a desear un instante de libertad, como para valorar lo que eso significa.

Sin duda, un trabajo alejado de la nostalgia de Slowdive o la eterna sensualidad del Loveless. Sin embargo, una aproximación bruta y sencilla a la esencia del ruido y lo que se esconde detrás, como quien sabe que lo verdaderamente valioso está solo en el corazón de las capas que lo envuelven.

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