domingo, 26 de diciembre de 2010

Girls - Album (2009)

¿Ver la parte positiva? ¿Aprovechar las oportunidades? Bueno, sí. Es la forma "correcta". Pero, una vez más, eso me recuerda ese temible "hacer las cosas bien". Siempre he creído que hay personas para las cuales la dimensión de lo "bueno" se invierte, como si una especie de nuevo paradigma ocupara el espacio de lo que antes creíamos sencillo y evidente.

El vocalista de Girls, Christopher Owens, es un señor con una historia no muy usual. Su madre pertenecía al culto "Children of God", una agrupación que promueve el amor libre y, entre otras cosas, incentiva a las mujeres que pertenecen a él a prostituirse como forma de reclutar nuevos adeptos. Owens creció en ese ambiente extraño, sin un hogar fijo, mudándose siempre, obligado a ver cómo su madre pasaba por un sinnúmero de hombres y, en fin, con un estilo de vida errante, casi diríase arcaico. Pero en algún momento, cuando tenía 16 años, se hartó de todo, abandonó su "hogar" y se dedicó a vivir en las calles, de donde fue rescatado por un multimillonario que pasó a ser su mecenas.

Esta historia que, en cualquier otra circunstancia pasaría a ser algo así como una telenovela inverosímil, es en realidad la piedra angular sobre la cual se erige el maravilloso mundo musical de Girls. Y es que para esta banda hay algo clarísimo: no podemos dar nada por sentado. Los temas que se tratan en las canciones de Album son más bien sencillos, y no son abordados desde una perspectiva particularmente introspectiva o analítica. Es la simple observación de las cosas que conocemos y vemos todos los días. Pero desde luego, vistas desde los ojos de un personaje como Owens, cobran una belleza inusitada: ¿qué si uno no está acostumbrado a las pequeñas felicidades cotidianas? ¿Qué si nadie antes nos dijo eso de ver la parte positiva? ¿Qué si nunca tuvimos oportunidades para aprovechar?

El sonido de este disco es exactamente lo que me hace falta cuando necesito un refugio: la posibilidad de saber que, en un mundo que se invierte, la incomprensión no es otra cosa que nuestra propia identidad. Para algunas personas es difícil, muy difícil, llegar a ver desde el dolor, la ausencia, el vacío terrible de estar resignados a cualquier cosa que no se parezca a la vida que cualquiera desearía. Y no solo por las cosas que nos pasan, sino por cómo se construye ese plano en nuestra mente.

Para algunas personas es tan difícil la inserción en el mundo "normal" como lo es para otros desviar la vista de él. En algunos casos, ese encuentro diacrónico se convierte en una verdadera maravilla, como en el caso de Girls. En otros, solo en un dolor profundo, de esos que nos llevan a apagar la luz, concentrarnos en los acordes melancólicos de la música, qué sé yo, pensar en por qué diablos es tan difícil explicar algunas cosas en palabras fáciles.

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